lunes, 12 de septiembre de 2011

DIVINIDADES EGIPCIAS parte 2

 DIVINIDADES EGIPCIAS parte 2

MIN

DIOS DE LA FERTILIDAD


Cuando su imagen salía en procesión, el tiempo de las cosechas se iniciaba. Antiguo dios de la fertilidad, hijo del Sol o de la Luna en cuyo honor se cultivaban las afrodisíacas lechugas, Min sostenía su enorme pene mientras velaba y protegía los caminos hacia el Mar Rojo.
Min es uno de los dioses mas antiguos de la mitología egipcia. Su símbolo es el trueno, y se le considero el protector de las cosechas, de los caminos y de los que viajaban por el desierto.
Los lugares especiales de su culto estaban en Chemmis (es decir, Khem-min o “Santuario de Min” en la moderna Akmin, al norte de Luxor) y en Koptos, por donde pasaba una de las rutas de caravanas mas importantes al Mar Rojo, a través del desierto.
Por eso es llamado el dios de los “habitantes salvajes” del desierto oriental y las tribus Antiu, quienes en sus festividades realizaban una extraña ceremonia que consistía en trepar a unos postes que constituían el eje alrededor del cual se construía una especie de cabaña sagrada (sehnet).
Las mas antiguas estatuas prehistóricas de Min lo muestran de pie y erecto, cogiendo su inmenso falo con la mano izquierda y sosteniendo con la mano derecha un flagellum, mientras la parte de atrás de su cuerpo esta decorada con animales del mar y el desierto.
Detrás de el se distingue su capilla, o acaso un bosquecillo formado por un grupo de altos árboles (generalmente tres) dentro de un claro, o bien el bosquecillo y la capilla combinados.
Pero el pene erguido de Min no coincidía con el sexo, pues estaba situado un poco por debajo del ombligo, en el punto de la anatomía oculta que los japoneses denominan hara. Por ello Min imponía una sublimación del erotismo y de todos los misterios relacionados con el, la introversión de la fuerza del deseo, clave de todos los misticismos. La tradición también lo considera como hijo del Sol o de la Luna. Durante el imperio Nuevo fue equiparado al dios Amón, y como este llevaba el gorro de altas plumas y suele pintársele la piel de color negro.


MUT

REINA DE LA TIERRA



Hija-ojo de Ra y compañera del dios Amón en Tebas, los orígenes de Mut son tan oscuros como los de su esposo. Su nombre significa “la madre” y su signo es el buitre.
Diosa peligrosa, madre y responsable del “tercer ojo”, en Mut confluyen la luz y los abismos insondables.
Diosa de Egipto, esposa de Amón y madre adoptiva de Montu y de Jonsu, Mut fue identificada con Nuu, el dios de los abismos. Originalmente, este ultimo representaba no solo la oscuridad, sino las aguas insondables que fluyen bajo la tierra y pueden ser abordadas en el Sur, es decir, en la fuente del Nilo. Estas corrientes abismales representan la materia primigenia de la cual surgieron todas las deidades; así, Nuu, es llamado el mas viejo y sabio de todos los dioses, que existía “cuando no había cielo y tierra”, el poseedor de los secretos y padre de todos los dioses del mundo.
La presencia de Mut junto al dios tebano Amón se debió, sin duda, al deseo de reforzar las características solares otorgadas a este ultimo, junto al cual ella podía desempeñar el papel de la hija-ojo de Ra. Entre las dos formas divinas masculinas, Amón –el Sol- y Jonsu –la Luna-, Mut aparecía como la diosa que trae de nuevo la inundación: el “tercer ojo”. Su nombre significa madre, y en las inscripciones se la denomina la “señora del cielo, reina de la tierra”. Tenia consagrado un templo en las proximidades del gran santuario de Karnak, que estaba unido al de Amón por una larga avenida de esfinges rodeada por el lago sagrado Asheru.
Mut era divinidad de Tebas ya antes de que Amón fuese localizado. Se le adoraba también en el desierto de Hammamat, Mendes y Sebenytos. Aparece, además, como institutriz y protectora de reyes y reinas, quienes están representadas como Mut con el tocado de cabeza de buitre que llevaba la diosa. A Mut a veces se la dibujaba con cabeza de leona, ya que pertenecía al circulo de las diosas peligrosas. Pero su representación mas frecuente es la que ofrece con figura humana tocada con cabeza de buitre, característica quizá heredada de la diosa-buitre Nejebet. Históricamente, es difícil entender la relación entre la maternidad y los buitres, pero acaso tenga algo que ver con la costumbre de los buitres de descender las alas para cubrir a la cría de manera protectora, al tiempo que le proporciona comida.


NEFTIS

LA DIOSA DEL DESTINO


Maga, hermana de Isis y esposa de Set, después de que su esposo asesinara a Osiris, ella misma presto ayuda a la desconsolada Isis para reunir los miembros de su marido muerto. Neftis representaba al Sol en su ocaso y nacimiento, y de maravillosas fueron calificados tanto sus palabras como su poder.
Diosa de la naturaleza, hija de Geb y Nut, hermana de Osiris, Isis y Set, y esposa asimismo de Set, Neftis estaba permanentemente adornada con atributos mágicos, por lo que uno de sus nombres era Urt-hekau, “maravillosa en las palabras y en el poder”.
Las razones por las que la oscura diosa Neftis, “señora del Templo”, fue asociada como esposa de Set son desconocidas, y hasta los mismos egipcios estaban bastante inseguros del papel cósmico que se le atribuía.
Como diosa de la Naturaleza, Neftis representaba al Sol en su ocaso, con cuyo carácter asiste a los funerales de Osiris; pero también esta presente cuando el Sol asoma por Oriente, y en las letanías osirianas de las ultimas dinastías aparece como una de las divinidades especialmente honradas en el templo de Abydos durante los cinco días festivos (epagomenos) de diciembre, cuando Osiris era adorado como el centro supremo de un sistema estelar muy complejo.
Neftis era, además, representada como una mujer que llevaba sobre la cabeza los dos jeroglíficos que servían para escribir su nombre, que significa “el ama de la fortaleza”.
Cuando era llamada “señora de Occidente”, se convertía en reina de la noche y de los muertos, y muchas veces es identificada con la “Diosa del Libro” o del Destino.
Set la tomo por esposa, pero la diosa, no teniendo hijos de el y deseando, en cambio, tener un hijo de Osiris, fue embriagada por Set, quien hizo que Osiris la poseyera sin darse cuenta. Por ello, se considera a veces a Anubis –el dios con cabeza de chacal que guarda las tumbas y dirige los embalsamamientos de las almas en el mas allá- como el hijo bastardo que le habría dado la unión de su esposa y Osiris.
Cuando Set mato a Osiris, Neftis le abandono horrorizada y se fue a ayudar a Isis a embalsamar el cadáver del dios asesinado. Por eso es muy frecuente ver juntas a ambas diosas, una a la cabeza y otra a los pies de los sarcófagos.
A Neftis se la representa con su hermana, llorando y velando por Osiris, a veces bajo la forma de un milano. Pero no hay que considerarla tan solo un pálido doble de Isis.
Esta diosa, a pesar de su aspecto algo difuminado, oculta toda la fuerza de lo femenino en su mas abnegada y seductora expresión y representa la comprensión que nace del amor y borra fronteras.


OSIRIS

DIOS DE LA NATURALEZA


Dios vinculado a la constelación de Orión, experimento la muerte y fue esposo de Isis.
Su resurrección acaecida en el mas allá, le impedirá en adelante todo contacto con la Tierra. El lleva la esperanza a los difuntos de poder participar de un destino inmortal igual que el suyo.
Hijo mayor del dios Geb (dios de la Tierra) y Nut (diosa del Cielo), Osiris era el dios de la Naturaleza, encarnación de la vegetación, que moría al madurar las cosechas para renacer al germinar los granos. Mas tarde fue adorado como dios de los muertos, llegando a ocupar el primer puesto en el panteón egipcio.
En Abydos, cuya celebre necrópolis contiene la tumba de Osiris, hay un extraordinario bajorrelieve con una escena de resurrección en la que el artista ha expresado admirablemente en la materia lo que esta escrito en el Libro de los Muertos.
La escena representa la resurrección del faraón Seti I: el rey esta extendido sobre su tumba; Isis permanece en pie a su derecha, y Horus a su izquierda, mientras el buitre Mut ha replegado sus alas y mira fijamente el rostro del rey...
Porque en la noche de Abydos, el faraón va a hacerse eterno. Se despertara, como lo hizo en otro tiempo Osiris, no bajo el espíritu-fantasma, sino en medio de una total resurrección del cuerpo, porque los dioses han reparado los miembros de Osiris, sujetado su cabeza a sus huesos, y han vuelto a colocar su corazón en el pecho.
Osiris era un rey-dios –quizá el recuerdo idealizado de un gobernante o un dios arcaico de la fertilidad- a quien se le atribuía el haber dado a Egipto su civilización.
Tenia un hermano malvado, Set, que asesino a Osiris, celoso de la devoción que sentían los súbditos egipcios hacia este ultimo.
Al final, el rey asesinado resucito gracias a la perseverancia de su esposa Isis, que recorrió la Tierra recogiendo los miembros mutilados de su cuerpo, salvo el falo, que dicen fue tragado por un pez voraz del Nilo, el oxirinco. Su hijo, Horus, vengo posteriormente la muerte venciendo a Set y arrebatándole el gobierno de la Tierra.
Según el mito, todos los faraones gobernaban en este mundo como Horus. Cuando morían se convertían en Osiris y gobernaban el mundo de ultratumba.
¿Qué representaba este dios para los egipcios? Osiris es la actividad vital universal, ya sea espacial o terrestre, y, bajo la forma visible de un dios, desciende al mundo de los muertos para prometerles la regeneración y, finalmente, la resurrección en la gloria osiriaca. Porque todo muerto es un germen de vida en las profundidades del cosmos, lo mismo que un grano de trigo lo es en el seno de la tierra.


PTAH

EL DEMIURGO



Enano de gran belleza, patrón de los artesanos adorado en Menfis, Ptah es el dios creador que ha “fabricado” todo lo que existe. Antes de el no existía el ser ni existía el no ser; mas allá de el no existía ni espacio ni firmamento. En la rueda del alfarero, Ptah hacia girar el Huevo Cósmico.
Ptah, dios protector de las artes que apareció por primera vez en la historia tras la fundación de Menfis como capital del Imperio Antiguo, ha creado todo lo que existe.
Ptah creo a los dioses y a Egipto, el país emergido de las aguas primordiales.
Gracias a el las palabras divinas fueron pronunciadas al comienzo del  mundo y los dioses conocieron la existencia, porque Ptah “es el corazón y la lengua”, los órganos de procreación según la mitología menfita.
El dios era representado como un hombre con una barba de color amarillo claro y vestido de blanco, vestiduras ajustadas, con una borla en el cuello que sostiene un collar. Tiene la cabeza descubierta y los pies ordinariamente unidos, como si estuviera momificado. Su culto ha sido declarado como el mas antiguo de Egipto. Era el divino artista “que realizaba trabajos de arte”, especialmente el metal, de modo que su sumo sacerdote tenia el titulo de “maestro de artesanos”.
Ptah tuvo en Menfis un templo que fue llamado Hat-ka-Ptah, o sea la morada del Ka (doble) del dios Ptah. Dice la leyenda que del templo de Ptah emanaba el misterio de una ciencia difícil de desentrañar, que tendía a reproducir la obra de ese demiurgo humanizado: la alquimia.
Hoy, el templo de Ptah es solo un montón de piedras que se esparcen entre los palmerales. Una esfinge de alabastro descubierta en 1912, que se supone que guardaba la entrada meridional del templo de Ptah, y un coloso derrumbado de Ramses II, encontrado en 1820, fueron testigos mudos de la coronación de Alejandro Magno y del imperio faraónico de los Ptolomeos.
Aunque le llamaban el “hermoso de cara”, se le representaba a veces como un enano deforme. La leyenda egipcia refería que Ptah se había materializado en el enano Bes.
En Egipto, los enanos eran considerados tabu, los llamados “hijos de Ptah”, y la orfebrería estaba en sus manos. Todo ello ha permitido concluir  que el pequeño dios Ptah, si no fue el mismo un enano, dio origen a una raza de enanos.


RA

DIOS DEL UNIVERSO


Le corresponde la categoría de dios solar por excelencia. El sol del mediodía es el iris de sus ojos y navega en su barca surcando los cielos e iluminando el mundo. Vino a la existencia en la colina primordial de Heliopolis y en su honor se edificaron los obeliscos.
Dios solar egipcio y principal de Heliopolis, fue ahí, declaraban sus sacerdotes, donde se manifestó por primera vez. A los visitantes se les mostraba el lugar exacto donde entro en la existencia, en la colina primigenia que se elevo del caos de Nun. La posición de la colina se conmemoro erigiendo un obelisco enorme, la piedra Benben, y, con el tiempo, esta también simbolizo los rayos dadores de vida del Sol y se convirtió en objeto de adoración por derecho propio.
Para los iniciados, el suyo era el poder del dios manifestado, la fuente y origen de la luz y la vida del mundo habitado, de los planetas y de todo el Universo. Para los profanos, era un dios creado hijo de Ptah y Neith, aunque se le rendía culto aplicándole los epítetos mas honoríficos, como si fuese el mismo Dios Supremo.
La palabra Ra probablemente significaba “creador”, y se aplico por primera vez al Sol.
Solo después se convirtió en el nombre del dios. En efecto, en la llamada Letania de Ra, se le citaba como “supremo poder, el único, el eminentemente grande, el gran señor creador de los dioses, el maestro de las ocultas esferas, la causa de la producción de los principios, el morador de las tinieblas, el señor de la luz, el revelador de las cosas ocultas, el espíritu que habla a los dioses en sus esferas”..., etc.
Dios hegemónico del imperio a partir de la V Dinastía, termino fusionándose con Amón (Amón-Ra). En su honor se construyeron los obeliscos, símbolos de su soberanía. Personificaba el orden cósmico, como revelan el mito de su muerte y renacimiento diarios, el de la renovación vegetal periódica, y la paternidad de Maat, diosa de la armonía universal. Los egipcios representaban ordinariamente a Ra con figura de un hombre con cabeza de halcón, y sobre ella el disco solar, del cual emergía un áspid. también se le representaba con cabeza humana y el disco solar encima de ella; y, con menor frecuencia, en forma de halcón, que es su emblema a causa de la velocidad de su movimiento y porque se remonta a las mas elevadas regiones del aire.


SEKHMET

DIOSA DE LA ENFERMEDAD


Diosa leona, manifestación guerrera del sol, su función es la de aniquilar con el fuego a los enemigos del creador, para lo que dispone de un ejercito de genios temibles. Los últimos cinco días de cada mes su cólera se despierta y hay que calmarla para que no rompa el equilibrio del mundo.
Sekhmet, diosa leontocefala, era adorada en Menfis y otros lugares del Delta y el Alto Egipto. Era hija de Ra, y uno de sus títulos mas corrientes era Nesert, que quiere decir “la dama de la llama”. Otro de los muchos títulos de Sekhmet es “la dama de lino rojo brillante”, que quizá se refiera al color de la tierra de su hogar natal, o tal vez a la ropa salpicada de sangre de sus enemigos. Sekhmet se caso con el dios Ptah, y como tal fue miembro de la tríada de Menfis. Su hijo era Neferten, el dios de la flor de loto. En tiempos posteriores, Sekhmet y Bastet fueron las guardianas del este y del oeste, como Nekhebet y Wadjet lo eran del sur y del norte, y de ese modo Sekhmet también fue conocida como “la dama de las montañas del Sol poniente”.
Su nombre significa la “Potente”, y se presenta sobre todo bajo la apariencia de una leona. Es particularmente temible durante los días epagomenos, pues puede entonces enviar a sus emisarios que esparcen la muerte y la enfermedad entre los humanos, mito que hace alusión en realidad a las miasmas que emanan de las aguas estancadas cuando Egipto espera la vuelta de la inundación.
En el momento en que empezaba el Año Nuevo, se entonaban letanías a todas las formas que el dios podía adoptar para cada día del año, con el fin de que fuera propicia.
Era capaz de causar la enfermedad, pero también de curarla. Por ello, era la patrona de los médicos y sus sacerdotes conocían el arte de curar. Generalmente utiliza el disco solar sobre la cabeza, rodeado por la serpiente sagrada, que sugiere el símbolo astrológico de Leo. Los textos sagrados hablan de ella como una manifestación guerrera del Sol, un ojo solar, “el feroz, emitiendo llamas contra los enemigos” de los dioses.
Con frecuencia, es comparada con la gata Bastet, que se consideraba su mas amistosa manifestación.
Después del 2000 a.C., el culto del Sol, gracias al favor oficial, se hizo tan dominante que las identificaciones con el Sol fueron intentadas con cada dios que no había recibido una clara función cósmica en los primeros tiempos. De esta manera, muchas divinidades locales fueron explicadas como diferentes manifestaciones del Sol. El hecho de que Sekhmet muestre un solo ojo, es explicado por distintos mitos que dicen como el dios-sol perdió un ojo en un combate con Set.


SET

DIOS DE LAS TINIEBLAS

Hermano de Osiris y también su asesino, agresivo y batallador, se le considera el responsable final de todos los conflictos cósmicos, por lo que es desterrado del territorio egipcio. Pero Set, relacionado con la Osa Mayor, jamás puede ser vencido, lo que hace de el una amenaza permanente para dioses y hombres.
Set era el hermano perverso de Osiris. Hijo también de Geb y de Nut, nació antes de tiempo el tercer día epagomeno, haciéndolo por uno de los costados de su madre, a la que desgarro cruelmente.
Cuando Geb abandona el mundo de los hombres, divide su reino entre los dos hermanos. Mientras Osiris recibe Egipto como patrimonio, a Set se le adjudica el desierto árido y estéril, la sequedad y las tinieblas, en oposición a la tierra fértil, al agua y a la luz. No obstante, Ramses II el grande hara escribir sobre el pilón de un templo que el, el gran faraón vencedor de tantas naciones, es “el amigo de Set”, el puerco negro que devora la Luna todos los meses porque el alma de Osiris se refugia allí.
El conflicto Horus-Set, este mito cósmico, es el eterno combate del bien  y del mal que se mantiene desde los orígenes del mundo bajo formas diversas, apagándose aquí, reavivándose allá, en un eterno dualismo. Aunque suele presentarse a Horus y a Set como rivales, numerosos textos indican que encarnan en realidad dos aspectos complementarios, aunque opuestos, del principio monárquico.
Como dios guerrero, Set era el defensor del Sol y combatía a Apofis desde la proa de la barca divina. En la época primitiva, el carácter perverso de este dios no era tan acentuado; pero luego, a medida que la leyenda de Osiris, victima suya, se extendió, fue cada vez mas detestado, llegando, con la XII Dinastía, hacia mediados del siglo X, a ser odiado. Sus estatuas fueron rotas y deshechos a golpes los bajorrelieves que le representaban, hasta que se le expulsa del panteón egipcio considerándolo el dios de los impuros. Animales como los asnos o los antílopes, eran engendros suyos y se ofrecían ritualmente en sacrificio a los dioses, como ejemplificación contra los elementos rebeldes al orden cósmico.
Set era representado como un animal fantástico, de hocico largo, delgado y curvo; las orejas, derechas y cortadas, y con una cola rígida y ahorquillada.



THOT

DIOS DE LA SABIDURÍA


Dios lunar con cabeza de ibis, es el gran calculador del Cosmos, el que divide el tiempo y construye los calendarios, el que trasmite el saber por la escritura y hace el papel de mensajero de los dioses, el Señor de la revelación, que recibió por mediumnidad los sonidos primordiales que antecedieron a los jeroglíficos.
“El que nació de Thot”, el dios de la sabiduría, del conocimiento, de las ciencias sagradas, y dios por excelencia de la revelación, recibió como médium los “sonidos primordiales” de los que, al principio, los jeroglíficos no fueron mas que los soportes.
Como dios cósmico, Thot era “el que divide el tiempo” (los egipcios veían en la estrella Polar la clave del tiempo, es decir, de los grandes ciclos). Pero Thot se relacionaba también con la Luna porque su disco reflejaba las ondas del oráculo, emitidas por el centro-dios boreal.
Asimismo, se le asociaba a la diosa Maat, símbolo del equilibrio universal, y por ende también de la justicia; y con la diosa de los escribas, Sechat, que inscribía sobre la tabla sagrada de Heliopolis el nombre del próximo faraón.
En su calidad de profeta, Thot había recibido por clariaudiencia la lengua de los dioses, y fue considerado, debido a eso, inventor de la escritura. A el se le atribuye la redacción de las siete leyes que rigen la Naturaleza, grabadas sobre una tabla de esmeralda.
Una tradición afirma que la ciencia de Thot no residía únicamente en el enunciado de estas siete leyes, sino también en la misma tabla producida por alquimia, es decir, por la concreción en una forma geométrica estricta de la energía cósmica llamada rayo verde.
Desde la mas remota antigüedad, la ciudad santa del dios estaba en Khumunu, hoy Achmunein, cerca de Mellan, al sur de Minieh. Khumunu significaba en egipcio “los ocho”, porque el ibis celeste había empollado allí el Huevo del Mundo, y después había traído a cuatro parejas de dioses que continuaron con su obra creadora.
De todo el conjunto de santuarios de Thot en Achmunein, no quedan mas que dos estatuas de babuinos levantados de cara al sol naciente, que tienen una altura de 4,5 metros y pesan cerca de 35 toneladas cada una. La creencia de que los babuinos saludan al sol naciente procede de una observación muy prosaica. Poco antes de que aparezca el Sol sobre la línea del horizonte, los pájaros y los monos muestran gran agitación; después, en cuanto ha surgido el astro, se produce un profundo silencio, como de adoración. Los egipcios estaban persuadidos de que el dios podía tomar por médium ocasional a un ibis o a un babuino, cuyos gritos y movimientos era necesario interpretar. Por esto, cuando se representa a un escriba inspirado, se le coloca un babuino sobre la nuca.



DIVINIDADES EGIPCIAS.Parte 1

          DIVINIDADES EGIPCIAS


AMON.


Amon-Sol, divinidad misteriosa del panteón egipcio, fue el dios del viento y su nombre significa “EL OCULTO” o el “INVISIBLE”. Otro de sus títulos, “EL QUE MORA EN TODAS LAS COSAS” confirma la creencia de que era la esencia del mismo universo.
El dios Amón fue adorado hacia el año 2000 a.c., se hace mención de el por primera vez en una antigua leyenda mítica de la ciudad de “SHUMUN”, la ciudad de los ocho, en el Egipto medio, en la que Amón era uno de los ocho dioses primordiales que surgieron de las aguas con la primera tierra firme. Hacia fines del tercer milenio antes de Cristo, algunos elementos del mito “SHUMUN” (escrito correctamente es SHMUN, en las anteriores ocasiones estuvo mal escrito) aparecieron El Tebas, de donde era originario el dios supremo. Y fue en esta ciudad cuando al comienzo de la XIV dinastía, el rey Amonemhat (que quiere decir Amón es supremo) fundo un templo en su honor en Karnak, el mas interesante y mayor de los complejos religiosos egipcios.
Cuando se representaba en forma humana, Amón tiene la piel de color azul y dos plumas de gavilán sobre su cabeza que adornan su tocado. Es también llamado “SEÑOR DE LA BANDA DE LA CABEZA”, debido a la cinta que sostiene a las plumas erectas.
En un principio, su animal sagrado es el ganso, pero a partir del año 1600 a.c. se convirtió en un carnero, ya que Amón es frecuentemente representado con la forma de este animal que adornaba la proa de su barca. Se le esculpió ora sentado, con el cetro y con la cruz Ank, signo de la vida divina, y ora de pie y en marcha vestido con el “SQUENTI”, el collar y la corona roja. Amón es un ejemplo especialmente claro de “SOLARIZACION”, y como dios Sol, se convirtió en la divinidad mas elevada del panteón egipcio del nuevo imperio. Superado el oscuro bache de la ocupación de los Hicsos, comenzó la absorción teológica por Amón de los dioses mas antiguos y evolucionados alcanzando su máxima popularidad durante la herejía de Amenofis III (1391-1363).
Su carácter personal, intimo y bondadoso, alcanzo entonces el máximo nivel; su teología quedo enriquecida con una especie de trinidad formada por Amón, como principio absoluto, siempre “ESCONDIDO”  en la magnitud de su misterio inagotable, el antiguo Ra, y el menfita Ptah, dios de los faraones posthereticos. Las riquezas y el poder del dios, y por lo tanto de su clero, fueron inmensos en esta etapa.
Pero el dios oficial, poco a poco, dejaría de ser popular. La “CIUDAD DE AMON” permaneció como la ciudad santa por excelencia, pero como ella, el dios Amón quedo relegado por Set, Osiris y Serafis.






ANUBIS


 
Según la leyenda embalsamo los restos de Osiris, que habían sido esparcidos por Set, genio del mal, y recogidos por Isis y Neftis. Por eso en la mitología egipcia presidía el embalsamiento y pesaba las almas junto a Horus, antes del juicio.
Dios egipcio hijo de Osiris y de Neftis, Anubis era representado con la cabeza de un chacal negro de abundante cola, o como un hombre de carnes negruzcas, o directamente como un chacal o perro, su animal sagrado. Su papel de dios de los muertos le valió a Anubis la consideración universal y tener muchos seguidores, aunque no recibiese culto en un templo independiente salvo en la ciudad de Cinapolis (o ciudad del perro) de la que era la divinidad principal. Anubis era el guardián de la región de los muertos; además cultivaba los campos de las regiones celestes, mezclado con la multitud de espíritus adoradores del sol. Se le representa con el cetro en la mano y una banda al cuello, y también se le simboliza como un perro echado sobre una urna funeraria o sosteniendo a la momia.
Anubis (en egipcio Anepu o Anepo), paso al culto romano y se asimilo a Hermes Psicopompo (mercurio), en los tiempos de los Ptolomeos, llamándose Hermanubis, y agregando a su imagen antropomórfica el sistro, el caduceo las alas en los pios y una palma que Apuleyo le dio por atributo. Su culto en Roma llego a ser de gran importancia, pues existió una cofradía de Anubiacos, según se desprende de una inscripción que el historiador Hanze supone se remonta al año 202 d.c., bajo el consulado de Séptimo Severo. Con frecuencia Anubis aparece unido a otras divinidades egipcias como Isis, Osiris y Serapis. En Egipto recibía varios sobrenombres entre los que figuran los de “DUEÑO DE LA MONTAÑA(o sea, de la montaña del oeste, la montaña funeraria, en la que autores como Jean-Louis Bernard creen ver el Taide); “VENCEDOR DE LOS ENEMIGOS DE SU PADRE OSIRIS”, “EL QUE PRESIDE LOS EMBALSAMIENTOS”, creyéndose que sustituyo al propio Osiris como dios funerario durante las primeras dinastías.
En algunas estatuillas de madera o de barro esmaltado, Anubis aparece disparando una flecha, sin que todavía se haya podido saber el significado de tal representación.




BASTET



Diosa de la abundancia y los placeres, los festivales orgiásticos de la diosa Bast o Bastet eran famosos por su esplendor y en su templo se consagraba la prostitucion para los practicantes de una especie de tantrismo sagrado. Bastet fue muy venerada por los reyes de la XXII dinastía (que comprendió diez faraones) desde el año 945 al 712 a.c.
Algunas veces se la representaba con cabeza humana y el cabello peinado en bucles cuadrados, y se la muestra en pinturas murales como una mujer con cabeza de gato. En una mano sostiene un Sistro (una especie de cascabel musical, mas comúnmente asociado a la diosa Hator), y en otra con un cesto. Fue adorada en el bajo Egipto, y principalmente al este del delta, en la ciudad de Bubastis (en egipcio Perbastel), en cuyo templo se encontraron gran cantidad de gatos momificados. Pero también tenia un antiguo santuario en Tebas, cerca de Karnak, del que mas tarde se apropio Mut. Su fama duro todo el periodo egipcio, pero su popularidad llego a la cumbre en el siglo IV a.c.
La diosa tenia un hijo, el dios con cabeza de león, Mihos, el de la “CARA SALVAJE”.
Como diosa solar, fue la divinidad de la abundancia y señora de los placeres. Las celebraciones de sus festivales orgiásticos eran famosas como los mas espléndidos de todo Egipto. Pero su templo no se limitaba a consagrar la prostitucion. Sus sacerdotisas podían servir, eventualmente de pareja a místicos que seguían un camino comparable al tantrismo hindú. Durante los festivales, estaba prohibido cazar leones por miedo a sufrir su ira. Para sus seguidores, Bastet era una diosa virgen (a pesar de los eventos que tenían lugar en sus festivales y de ser patrona de las mujeres y de los niños).
En otro mito, Bastet esta asociada con la luna en vez de con el sol y es aludida como “EL OJO DE LA LUNA”, “LA GEMELA DE HORUS” o “EL OJO DEL SOL”.
Su popularidad se extendió durante todo el periodo griego, y los romanos llevaron su culto a Europa, donde fue adorada en diversos lugares entre ellos Roma y Pompeya.


HATOR



Vinculada a la estrella Sirio y divinidad femenina del antiguo Egipto el nombre de Hator se puede traducir como LA MORADA DE HORUS”, pues se creía que Horus, el Dios-Sol, iba a descansar sobre su pecho celeste antes de amanecer el día.
Hator estaba unida a la estrella de Sirio, que se alza justo antes del amanecer del primer día del mes de Thot, fecha especialmente significativa para los seguidores de Hator, ya que era el día del festival que celebraba su nacimiento. La diosa era representada por una vaca, símbolo de la maternidad y la lactancia, y era la madre del sol naciente, cualidad de la que depende su papel como cielo nocturno en el que el astro aparece renovado. Conforme con esta teoría, Hator recibía el nombre de “SEÑORA DE OCCIDENTE” y presidía el occidente de Tebas y de Tebaida, de ahí el nombre de Pathiris (perteneciente a Hator) dado a este distrito, porque se creía que esta diosa recibía al sol en sus brazos en el mismo instante en que el se ocultaba detrás de la montaña. La deidad tenia como instrumento El Sistro, instrumento musical al que los egipcios atribuían la propiedad de ahuyentar los malos espíritus.
Pero la vaca, además de simbolizar la maternidad solar, tiene el valor cosmológico.
Según el historiador ingles Henry Brugsch-bel, esta representa el principio femenino del cosmos, como el toro representa el principio o fuerza masculina y creadora de la sustancia primordial. Hator como diosa de occidente, era también diosa de los muertos y su culto data de las primeras dinastías de Egipto. Con el paso del tiempo (siempre conservando su significación naturalistica), se convirtió en diosa de la belleza que precedía los destinos humanos.
Por este motivo le fue consagrado, en tiempos de Ptolomeo XIII, el templo de Dandera.
Asimismo era también adorada en Abu-Simbel, Tebas, Heliopolis, Kusa y Nefrus, y se hallaba y se halla representada en los mas antiguos monumentos de Egipto.
A Hator se la representa en tres formas, con figura de vaca coronada con el disco solar y dos plumas de avestruz, ya sola, ya saliendo de la montaña, con figura humana, coronada con el disco solar y los cuernos de la vaca, a veces con cabeza de vaca, a veces con cuerpo de buitre y cabeza humana, coronada con el disco solar y cuernos de vaca.


HORUS



Llamado a suceder a su padre Osiris, Horus es también un dios solar y real que se identifica con marte. Guerrero armado con sable, es especialmente peligroso durante sus periodos transitorios de ceguera. Es el prototipo por antonomasia del rey terrestre.
Horus es la expresión principal de la divinidad solar en Egipto. Señor del cielo, su nombre significa “ALTO O LEJANO”. Como sucesor de Osiris asume una función sobrenatural que le diferencia del común de los mortales sus dos ojos simbolizan los dos cuerpos celestes, el sol y la luna (el derecho es el sol y el izquierdo es la luna). Fue ese ojo el que perdió en manos de Seth, y mas adelante, después de recuperarlo, el que se presento a Osiris para ayudarle en su resurrección. Horus se manifiesta en un gran numero de entidades, cuyos epítetos varían según las funciones.
De todos modos se pueden distinguir dos aspectos principales, una forma joven y una forma madura. Los Horus maduros, en el apogeo de su esplendor son la expresión de lo divino en plena posesión de sus medios guerreros  y sexuales, en cuanto al Horus joven, aparece bajo una actitud distinta en multitud de formas, cuya importancia era mayor o menor según las épocas y representa al heredero-niño que asumirá las funciones divinas.
Se trata, por tanto, de distintos aspectos de las múltiples funciones que debía asumir el hijo de Osiris.
Representado como un halcón, o como un hombre con cabeza de halcón, sus cuatro hijos, Imset, Quebehsenuf, Duamuttef y Hapi, actuaban como guías para los muertos. Según la tradición, estas potencias protectoras ya habían venido una vez en auxilio del mismo Osiris después de su muerte abriéndole la boca para que pudiera alimentarse de nuevo. Estos hijos dioses de Horus velaban porque el bienaventurado no careciera de nada en la tumba, pero puesto que los alimentos no iban a durarle eternamente, estremecía el pensar que a lo mejor podían a llegar a depender algún día de sus propios excrementos para poder subsistir.
En este sentido conviene recordar que los egipcios consideraban al corazón, el estomago, el hígado y las demás partes interiores del cuerpo como seres no ya independientes, sino divinos, porque incluso durante el sueño y sin que se rijan por la voluntad del durmiente, continúan trabajando, en forma secreta pero vital.
Recientemente se ha especulado con que la hendidura que tiene la esfinge de Giza, imagen del dios Harmaquis (Horus – en – el – horizonte), estaba destinada a contener un adorno simbólico. Durante mucho tiempo se dio la denominación de “MISTERIO DE LA ESFINGEa esta hendidura cuya causa se ignoraba.


ISIS



Hermana y esposa de Osiris, regidora de la constelación de Orión y viuda desconsolada, a ella le toco encontrar los miembros de su marido y volver a recomponerlos. Desde entonces, su papel es el de acoger y regenerar a los dioses muertos y asegurar la protección de las tumbas. En Isis encontramos a una divinidad femenina, una de las mas importantes de Egipto, cuyo culto llego a su mayor apogeo en el llamado imperio nuevo (aprox. 155-1070 a.c.), extendiéndose por el país del Nilo, Oriente, Grecia y Roma.
Según la mitología egipcia, Isis era hija de Seb, dios de la tierra, y de Nut, diosa del firmamento. Esta (Isis) era también la hermana de Osiris, así como su esposa, con quien se había desposado ya antes de nacer, convirtiéndose después en la madre de Horus, el dios solar, que los griegos identificaban con Apolo.
Tanto Isis como Osiris están considerados como dioses buenos y de claro carácter terrenal, ya que Osiris mostraba a los hombres las plantas que eran comestibles, mientras que Isis enseñaba a las mujeres los métodos para moler el trigo y les mostraba como hilar el lino y tejer telas. Era diestra en el arte de curar y transmitió ese conocimiento a su pueblo. Existe una leyenda por la cual se asocia a Isis con los ríos y las aguas. Cuando ella recuerda la terrible muerte de Osiris, llora de tal manera que los ríos crecen e inundan los campos, regando de esta forma la vida.
En la religión faraónica, Isis, en el principio no fue mas que una divinidad de Buto, ciudad del delta del Nilo, y se consideraba que ella sola, sin el concurso masculino, había engendrado a Horus. Pero además era la reina de la bóveda celeste y presidía a las revoluciones de los astros, que determinan la sucesión de los días y las noches y el orden de las estaciones, por lo que frecuentemente era representada con estrellas al lado de su imagen o encima de su cabeza. En particular, había una estrella consagrada a Isis en Egipto, la de Sothis, que los griegos identificaban con Sirio. Los egipcios imaginaban a Isis, la señora del cielo, en forma de vaca, el firmamento sembrado de estrellas constituían su vientre. A Isis siempre se la representaba con un trano sobre su cabeza y amamantando a su hijo Horus. Hay quienes afirman que las vírgenes negras del románico parecen ser el ultimo eco de esta representación egipcia. Incluso la religión cristiana llego a rendir culto a la diosa Isis, hasta que el emperador Justiniano cerro las puertas de su santuario convirtiéndolo en una iglesia de carácter cristiano.





JONSU



Dios vagabundo y miembro de la tríada de dioses de la ciudad de Tebas, Jonsu estaba relacionado con la luna, podía manifestarse indistintivamente como joven o como viejo y tenia las mismas capacidades de provocar enfermedades como de sanarlas. Jonsu, el menos importante miembro de los dioses de la tríada Tebana, asumía el carácter  de dios lunar y se estima que la luna era su hijo. Su nombre podría significar “EL VAGABUNDO” o “EL HERRABUNDO”. Y quizás por esta razón los griegos lo identificaban con Heracles (Hércules).
Jonsu era representado en general, con forma humana, utilizando un rizo lateral para indicar su juventud. Pero mas tarde, al igual que Horus, algunas veces aparece con la cabeza de un halcón, o como un hombre Hierosocefalo.
Se le asocio a Amón cuando este se convirtió en la principal divinidad de la capital, de Tebas. Los teólogos le hicieron hijo de este dios y acentuaron sus aspectos lunares, que complementaban los rasgos solares de Amón. A Jonsu se lo representaba también como a un niño, con el cráneo afeitado y un mechón colgando a un lado, que lleva el disco solar sobre la cabeza. Este dios conservo su propia personalidad y había un templo consagrado a el, en el interior de Harnak. De hecho, este templo es perfectamente visitable,  nada mas atravesar los pilonos que flanquean la entrada a este enorme recinto sagrado. Por ultimo, cabe destacar que Jonsu podía manifestarse bajo dos aspectos, según se hiciera presente como un dios joven o como un dios maduro.
Hay veces que aparece como una entidad poseedora de enormes poderes, capaces de provocar las enfermedades como de curarlas. De hecho, su imagen, a la que se atribuían frecuentemente poderes curativos, fue enviada a algunos soberanos del extranjero aliados a Egipto para que ayudase a las personas a las que ningún medico ni ningún dios había podido ayudar.


KHNUM

EL DIOS ALFARERO


En un torno de alfarero, Khnum, el dios con cabeza de carnero y señor de cataratas y aguas frías, deidad de los comienzos, modelo a los seres vivos e incluso, se pensó que el había sido el artífice del huevo primordial del que surgió el Sol al comienzo del mundo.
Khnum, dios de la región de las cataratas, “SEÑOR DE LAS AGUAS FRIAS”, y de algunos otros lugares en el alto Egipto, como Esna o Shas-Hetep, era representado con cuerpo de hombre y cabeza de borrego, con grandes cuernos ondulados.
En algunas ocasiones incluso se le adjudicaron cuatro cabezas de cordero, probablemente como símbolo de las cuatro fuentes del Nilo. Khnum significaba el “MODELADOR”, porque se decía que el era el que había modelado el Huevo del Mundo en su torno de alfarero. A causa de esta cualidad celestial, presidía la formación de los niños en el vientre de las madres, y en conformidad con este desarrollo, la posterior consorte de Khnum, la diosa de cabeza de rana Heqet, se convirtió en la diosa del nacimiento.
Khnum y Heqet fueron los primeros dioses que estaban en el comienzo y que fabricaron a los hombres. De hecho, la idea de la aparición del hombre a partir del barro seria adoptada después por la cultura judía, y de ahí transmitida a nuestra tradición cristiana.
No obstante, la idea que subyace tras ambas figuras divinas es la búsqueda del origen de todas las aguas, incluyendo el océano, en la mitológica fuente del Nilo, entre las rocas de la primera catarata. En el imperio antiguo (aprox.2575-2150 a.C.) Khnum y Heqet son transferidos a Abydos por causa de la fusión con el mito osiriano, donde encontramos no solo el lugar del entierro de Osiris, sino también la fuente de la vida, la entrada y manantial de los abismos.
El principal centro de adoración de Khnum se hallaba en Abu. Estaba construido sobre una isla en el Nilo, y se creía que la crecida anual del rió comenzaba en el estanque sagrado de la isla de Abu.
Pero además de su esposa Heqet, Khnum estaba relacionado con otras dos deidades femeninas: Anukis y Satis. En el caso de Anukis, esta pudo haberse originado en Sudan, ya que se la muestra con las plumas del loro rojo, un pájaro característico de esa zona.
En cuanto a su tercera esposa, Satis, su nombre significa “AQUELLA QUE CORRE COMO UNA FLECHA”,  y a menudo es representada sosteniendo un arco y unas flechas.


MAAT

DIOSA DE LA JUSTICIA



A través de ella, el mundo creado mantiene su identidad. Los dioses se alimentan gracias a su presencia y ella personifica el equilibrio cósmico, la regla recta a la que ha de someterse tanto el cuerpo como el alma. En este mundo, las cosas solo son reales si han sido tocadas por Maat.
En los textos jeroglíficos, el nombre de la divinidad egipcia Maat, una de las mas importantes del panteón, representa la verdad, la justicia, la ley y el orden cósmico, tal como lo deseo e instauro el demiurgo; el orden político, tal como lo administra el faraón; y también el orden social, tal como lo vive cada individuo. En este sentido, personificaba lo justo, la regla recta e inflexible, tanto en el orden moral como en el físico.
Hija del Sol, Maat era la luz al tiempo que la verdad, y como luz, la diosa daba realidad a los seres y a las cosas. En efecto, según las ideas egipcias, así como un ser solo conserva su personalidad bajo la condición de tener un nombre, así también un objeto cualquiera, para tener una existencia real, debe poseer una forma visible. Por consiguiente, únicamente se hace verdadera y real cuando ha sido tocado por Maat.
La luz emitida por el Sol (Ojo de Horus) produce, pues, la realidad, y Maat es el nombre de esta realidad.
Maat debió ser desde los primeros momentos una divinidad muy importante,  pues acompañaba a Ptah y Khnum en el momento de la creación y se la consideraba como hija predilecta de Ra (el Sol), o Dios supremo.
En el viaje diario que hace Ra en compañía de la divinidades amigas, el camino y la dirección son señalados por Thot y su esposa Maat, mientras Horus actúa de piloto y de capitán de la pequeña embarcación.
El símbolo de la diosa es la pluma que observamos en las escenas del juicio del alma, cuando el difunto ha entrado en la cámara de la doble verdad en presencia de Osiris y de los 42 jueces.
Pero Maat no es solo una entidad abstracta, ya que cada egipcio la encuentra en su vida diaria. Cuando el difunto se presenta ante el tribunal divino, es a Maat a quien ha de enfrentarse (psicostasia), pues habra tenido que aplicar, durante toda su existencia, los principios de la verdad-justicia en sus actos diarios. Todo individuo debe actuar conforme a Maat y esforzarse, sea cual sea su rango en la escala social, por procurar que reine la armonía divina en torno a el, sea un faraón o un simple fellah.
El egipcio se esfuerza durante su vida por seguir los caminos de Maat, es decir, por seguir siempre la vía del justo medio, evitando los excesos y la indolencia.

domingo, 11 de septiembre de 2011

MONOGRAFIA EL MITO DE OSIRIS





 LOS DEMONIOS ROJOS DE SETH

CALMA, TU DEMONIO ROJO, TU NUNCA TE ESCABULLIRAS DE AQUEL QUE ES CLARAMENTE SUPERIOR.
Papiro dramático del Rameseum (1800 a.c.) escena XI.

SETH  era el dios de la enfermedad, la tormenta y la confusión, entre los egipcios. El asesino al gran dios OSIRIS quien finalmente será vengado por el hijo de este.
La leyenda de OSIRIS, así como las ceremonias que se derivaron de ella, revisten gran importancia. No solo fueron el alma de la religión egipcia durante miles de años, sino que constituyeron la fuente de inspiración para varias versiones y dramas similares que aparecieron por todo el mundo mediterráneo mas adelante.
Paradójicamente, no existe un texto egipcio que contenga la relación completa de las leyendas de OSIRIS. Existen fragmentos grabados en estelas o anotaciones en papiros incompletos, pero es a los griegos, sobre todo a PLUTARCO, a quienes debemos el conocimiento de una versión completa de la “historia” de OSIRIS.
Algunos estudiosos opinan que este silencio de los textos egipcios en torno a una figura tan importante en su mundo, se debe a que su culto estaba asociado a una doctrina esotérica, transmitida en secreto y vedada por tanto de ser transcripta en los textos oficiales.
OSIRIS, “dios venerable, grande y bienhechor, príncipe de la eternidad” como lo llama un himno, fue generado en la misma forma que las otras deidades, pero esta especialmente cerca de los hombres, es su maestro; su mito, sus misterios, su culto, guían la religión de todo Egipto durante miles de años. Es sagrado, es santo, no se puede aludir a el directamente. Herotodo mismo rehusara hablar explícitamente de “Aquel”.
La leyenda que presentamos a continuación es una versión simplificada para beneficio del lector y esta basada sobre todo en los autores griegos, aunque también considera las fuentes egipcias, incluso la inscripción del templo de Edfu.

LEYENDA DE OSIRIS

NUIT, la diosa del cielo y SIBU, el dios de la tierra, tuvieron cinco hijos: OSIRIS, HERNERIS, SETH, ISIS Y NEFTIS.
El primero de los hijos fue OSIRIS. Tenia un rostro hermoso de piel mate oscura; era muy alto.
RA, el dios del Sol, su bisabuelo, lo mando a llevar a su corte y lo hizo educar tal y como conviene a un heredero del trono.
OSIRIS creció aun mas, y mas tarde se caso con ISIS su hermana y cuando llego a ser rey, ella ayudo activamente en todas sus empresas.
En aquellos tiempos los egipcios eran todavía semi salvajes.
OSIRIS les enseño a conocer las plantas que podrían servirles de alimento, así como la forma de labrar los campos.
ISIS, a su vez, los curo y atendió en sus necesidades. Les enseño a vivir en familia e invento el arte de tejer.
OSIRIS les enseño así mismo el respeto debido a los dioses y el culto que debían rendírseles. Mando a construir bellísimos templos y finalmente edifico grandes ciudades. Y aun hizo algo mas por los hombres. Acompañado por THOTH, el Señor de la Voz, les entrego eso tan maravilloso que es la escritura.
OSIRIS quiso también ser un gran conquistador, pero se adueño de los pueblos con dulzura y persuasión. Partió a través de toda el Asia y de toda la Tierra.
Desde entonces lo llamaron el Ser Bueno, Unnefem: el que se consagra a la salvación de los hombres. Pero estaba destinado a perecer a causa de la ingratitud y el espíritu del mal.
A su lado vivía su hermano, el impio, el violento SETH. Era el tercer hijo de NUIT y tenia la tez blanca y los cabellos rojos, tal como tienen la pelambre algunos asnos (por eso los asnos le han sido consagrados)  Era violento de carácter, receloso, malvado.
Al regreso de OSIRIS, tuvieron lugar en Menfis grandes regocijos para festejar al viajero. SETH aprovecho esta ocasión para apoderarse del trono, cual si fuera un buen hermano, invito a OSIRIS a un gran banquete que ofreció en su honor, al que asistieron los oficiales adictos y cómplices de SETH. Mediante un ardid, logro que OSIRIS se introdujera en un cofre de madera especialmente preparado. En ese momento los traidores sellaron el cofre y lo arrojaron al río Nilo.
ISIS, presa de gran aflicción busco durante mucho tiempo, sin descansar jamás el cofre de su marido. Por fin lo encontró en Biblos, Siria.
Entonces ISIS se refugio en Buto, la ciudad que la vio nacer. Allí trajo al mundo a su hijo, el joven HORUS y allí lo amamanto y allí creció.
Sin embargo SETH, cazando a la luz de la luna descubrió el cofre en el lugar apartado donde ISIS lo había colocado. Al instante descuartizo el cuerpo de su hermano en trozos que disperso al azar.
La desgraciada ISIS, al enterarse de la nueva fechoría, volvió a emprender su doloroso peregrinaje en busca de los restos del cuerpo de OSIRIS. Poco a poco consiguió recuperarlos. Cuando al fin recupero aquellos pobres deshechos, la diosa ISIS llamo en su auxilio a NEFTIS, su hermana, a HORUS, su hijo querido, a THOTH el ibis y a ANUBIS el dios con cabeza de chacal. Arreglo los restos de OSIRIS, los embalsamo y los transformo en una momia imperecedera. Mediante ritos y formulas mágicas consiguieron la resurrección de OSIRIS.
Después de haber resucitado, OSIRIS habito en los islotes arenosos del Nilo, sin envejecer jamás. Mas tarde se marcho, cruzo los mares, hasta que por fin se elevo a los cielos, allí en la Vía Láctea. Su reino eterno esta allá. El Sol y la Luna lo iluminan con sus rayos.
OSIRIS no murió del todo en la tierra. El hijo de OSIRIS nació después de la muerte de su padre, ISIS lo trajo al mundo en los pantanos del lago Burlos.
Allí lo crió en la soledad, sin que nadie supiera donde estaba, para poder protegerlo de las asechanzas y los ataques de SETH, el malvado. Algunas veces el niño, transformado en halcón se alimentaba sirviéndose de su pico. HORUS continuo creciendo, aprendió a leer en los libros y estudiaba los papiros.
HORUS se consagro por completo a la tarea de vengar a su padre. Reunió a su alrededor a los egipcios que habían permanecido fieles a OSIRIS y sin perdida de tiempo se lanzaron contra los conjurados de SETH.
La guerra no terminaba nunca; el combate continuaba sin que nadie resultara vencedor. Entonces los dioses hicieron comparecer a los dos rivales ante el tribunal y ambos aceptaron el arbitrio de THOTH, quien fallo a favor de HORUS.
Sin embargo, esto no puso fin a la lucha. HORUS y sus seguidores continuaron combatiendo a SETH y sus cómplices, los horribles monstruos. Una de las batallas esta relatada a lo largo de los muros del templo de Edfu. SETH escapaba siempre, pero por fin sus compañeros lo abandonaron y huyeron. HORUS salió en su persecución y acabo con todos ellos. Desde entonces HORUS fue el dueño legitimo de la tierra de Egipto.
A pesar de todo SETH no ha muerto, a cada hora del día se reemprende el combate entre los seguidores de HORUS el dios de la luz y los servidores de SETH, dios de las tinieblas. Y cada vez que triunfa el Sol sobre las tinieblas y sobre las nubes tormentosas, los hombres celebran la victoria del valiente HORUS sobre el odioso SETH, el de las astucias inagotables.


TRANSPOSICIÓN PSICOLÓGICA (Interpretación)
  
OSIRIS – Representa lo mas puro que existe dentro del hombre, el conjunto de todas sus virtudes y facultades. Es la porción de dios en nosotros.
SETH – Es la representación de todos nuestros defectos psicológicos, nuestros traumas, nuestras manías, nuestras fobias; los aspectos infrahumanos que todos cargamos en nuestro interior, como el egoísmo, el odio, etc.
LOS DEMONIOS ROJOS DE SETH – Son cada uno de esos defectos psicológicos, de esos elementos infrahumanos, como la pereza, la gula, etc., SETH representa al conjunto de los mismos.
HORUS – Representa la porción de virtudes y de conciencia que quedan en el ser humano. Simboliza al espíritu (dios con cabeza de halcón), que lucha por ascender a los cielos.
ISIS – Es la diosa madre, la que da la vida y que al igual que en otras mitologías, es una madre virgen. Representa las energías que existe dentro del hombre, que cuando este, se lanza decidido a deshacerse de sus defectos psicológicos (los demonios rojos de SETH), ayuda incesantemente al espíritu a liberarse.
ANUBIS – Es el dios con cabeza de chacal, que representa a la justicia divina.
THOTH – Es el señor del verbo y del buen juicio.


ACCION (Análisis)


SETH y sus demonios asesinan a OSIRIS y usurpan el trono de Egipto. Esto simboliza que los defectos psicológicos triunfan sobre las virtudes, en el Egipto psicológico de cada uno de nosotros, manifestándose en nuestro interior mas, el egoísmo que la generosidad, el odio que el amor, etc., haciendo de nuestro mundo interior, dominios de SETH.
HORUS, el hijo de OSIRIS, reúne a aquellos que permanecen fieles a su padre y se enfrenta a los ejércitos de SETH y logra vencerlos y vengar a su padre, acabando con el traidor.
HORUS representa esa conciencia, eso puro que nos queda, que se lanza a combatir, para liberar a su Egipto psicológico de las huestes de SETH, de esos procesos psicológicos negativos que dentro nuestro cargamos, luchando día a día, por hacer triunfar dentro de uno, esos valores de OSIRIS y desechando los valores de SETH, quien a su vez, siempre se encuentra acechando, para tratar de ganar en esa batalla diaria algún espacio.
Una vez que HORUS logra vencer a SETH y sus demonios rojos, OSIRIS resucita como amo y señor, resplandeciente y poderoso.
Una vez, que esa lucha de valores dentro nuestro, quedo terminada, con la victoria de la luz, todas aquellas virtudes y facultades que otrora tuviéramos, se incorporan en nosotros nuevamente.
Este mito, nos habla de la lucha entre el bien y el mal, que tiene como campo de batalla, el interior de cada uno de nosotros.