lunes, 12 de septiembre de 2011

DIVINIDADES EGIPCIAS parte 2

 DIVINIDADES EGIPCIAS parte 2

MIN

DIOS DE LA FERTILIDAD


Cuando su imagen salía en procesión, el tiempo de las cosechas se iniciaba. Antiguo dios de la fertilidad, hijo del Sol o de la Luna en cuyo honor se cultivaban las afrodisíacas lechugas, Min sostenía su enorme pene mientras velaba y protegía los caminos hacia el Mar Rojo.
Min es uno de los dioses mas antiguos de la mitología egipcia. Su símbolo es el trueno, y se le considero el protector de las cosechas, de los caminos y de los que viajaban por el desierto.
Los lugares especiales de su culto estaban en Chemmis (es decir, Khem-min o “Santuario de Min” en la moderna Akmin, al norte de Luxor) y en Koptos, por donde pasaba una de las rutas de caravanas mas importantes al Mar Rojo, a través del desierto.
Por eso es llamado el dios de los “habitantes salvajes” del desierto oriental y las tribus Antiu, quienes en sus festividades realizaban una extraña ceremonia que consistía en trepar a unos postes que constituían el eje alrededor del cual se construía una especie de cabaña sagrada (sehnet).
Las mas antiguas estatuas prehistóricas de Min lo muestran de pie y erecto, cogiendo su inmenso falo con la mano izquierda y sosteniendo con la mano derecha un flagellum, mientras la parte de atrás de su cuerpo esta decorada con animales del mar y el desierto.
Detrás de el se distingue su capilla, o acaso un bosquecillo formado por un grupo de altos árboles (generalmente tres) dentro de un claro, o bien el bosquecillo y la capilla combinados.
Pero el pene erguido de Min no coincidía con el sexo, pues estaba situado un poco por debajo del ombligo, en el punto de la anatomía oculta que los japoneses denominan hara. Por ello Min imponía una sublimación del erotismo y de todos los misterios relacionados con el, la introversión de la fuerza del deseo, clave de todos los misticismos. La tradición también lo considera como hijo del Sol o de la Luna. Durante el imperio Nuevo fue equiparado al dios Amón, y como este llevaba el gorro de altas plumas y suele pintársele la piel de color negro.


MUT

REINA DE LA TIERRA



Hija-ojo de Ra y compañera del dios Amón en Tebas, los orígenes de Mut son tan oscuros como los de su esposo. Su nombre significa “la madre” y su signo es el buitre.
Diosa peligrosa, madre y responsable del “tercer ojo”, en Mut confluyen la luz y los abismos insondables.
Diosa de Egipto, esposa de Amón y madre adoptiva de Montu y de Jonsu, Mut fue identificada con Nuu, el dios de los abismos. Originalmente, este ultimo representaba no solo la oscuridad, sino las aguas insondables que fluyen bajo la tierra y pueden ser abordadas en el Sur, es decir, en la fuente del Nilo. Estas corrientes abismales representan la materia primigenia de la cual surgieron todas las deidades; así, Nuu, es llamado el mas viejo y sabio de todos los dioses, que existía “cuando no había cielo y tierra”, el poseedor de los secretos y padre de todos los dioses del mundo.
La presencia de Mut junto al dios tebano Amón se debió, sin duda, al deseo de reforzar las características solares otorgadas a este ultimo, junto al cual ella podía desempeñar el papel de la hija-ojo de Ra. Entre las dos formas divinas masculinas, Amón –el Sol- y Jonsu –la Luna-, Mut aparecía como la diosa que trae de nuevo la inundación: el “tercer ojo”. Su nombre significa madre, y en las inscripciones se la denomina la “señora del cielo, reina de la tierra”. Tenia consagrado un templo en las proximidades del gran santuario de Karnak, que estaba unido al de Amón por una larga avenida de esfinges rodeada por el lago sagrado Asheru.
Mut era divinidad de Tebas ya antes de que Amón fuese localizado. Se le adoraba también en el desierto de Hammamat, Mendes y Sebenytos. Aparece, además, como institutriz y protectora de reyes y reinas, quienes están representadas como Mut con el tocado de cabeza de buitre que llevaba la diosa. A Mut a veces se la dibujaba con cabeza de leona, ya que pertenecía al circulo de las diosas peligrosas. Pero su representación mas frecuente es la que ofrece con figura humana tocada con cabeza de buitre, característica quizá heredada de la diosa-buitre Nejebet. Históricamente, es difícil entender la relación entre la maternidad y los buitres, pero acaso tenga algo que ver con la costumbre de los buitres de descender las alas para cubrir a la cría de manera protectora, al tiempo que le proporciona comida.


NEFTIS

LA DIOSA DEL DESTINO


Maga, hermana de Isis y esposa de Set, después de que su esposo asesinara a Osiris, ella misma presto ayuda a la desconsolada Isis para reunir los miembros de su marido muerto. Neftis representaba al Sol en su ocaso y nacimiento, y de maravillosas fueron calificados tanto sus palabras como su poder.
Diosa de la naturaleza, hija de Geb y Nut, hermana de Osiris, Isis y Set, y esposa asimismo de Set, Neftis estaba permanentemente adornada con atributos mágicos, por lo que uno de sus nombres era Urt-hekau, “maravillosa en las palabras y en el poder”.
Las razones por las que la oscura diosa Neftis, “señora del Templo”, fue asociada como esposa de Set son desconocidas, y hasta los mismos egipcios estaban bastante inseguros del papel cósmico que se le atribuía.
Como diosa de la Naturaleza, Neftis representaba al Sol en su ocaso, con cuyo carácter asiste a los funerales de Osiris; pero también esta presente cuando el Sol asoma por Oriente, y en las letanías osirianas de las ultimas dinastías aparece como una de las divinidades especialmente honradas en el templo de Abydos durante los cinco días festivos (epagomenos) de diciembre, cuando Osiris era adorado como el centro supremo de un sistema estelar muy complejo.
Neftis era, además, representada como una mujer que llevaba sobre la cabeza los dos jeroglíficos que servían para escribir su nombre, que significa “el ama de la fortaleza”.
Cuando era llamada “señora de Occidente”, se convertía en reina de la noche y de los muertos, y muchas veces es identificada con la “Diosa del Libro” o del Destino.
Set la tomo por esposa, pero la diosa, no teniendo hijos de el y deseando, en cambio, tener un hijo de Osiris, fue embriagada por Set, quien hizo que Osiris la poseyera sin darse cuenta. Por ello, se considera a veces a Anubis –el dios con cabeza de chacal que guarda las tumbas y dirige los embalsamamientos de las almas en el mas allá- como el hijo bastardo que le habría dado la unión de su esposa y Osiris.
Cuando Set mato a Osiris, Neftis le abandono horrorizada y se fue a ayudar a Isis a embalsamar el cadáver del dios asesinado. Por eso es muy frecuente ver juntas a ambas diosas, una a la cabeza y otra a los pies de los sarcófagos.
A Neftis se la representa con su hermana, llorando y velando por Osiris, a veces bajo la forma de un milano. Pero no hay que considerarla tan solo un pálido doble de Isis.
Esta diosa, a pesar de su aspecto algo difuminado, oculta toda la fuerza de lo femenino en su mas abnegada y seductora expresión y representa la comprensión que nace del amor y borra fronteras.


OSIRIS

DIOS DE LA NATURALEZA


Dios vinculado a la constelación de Orión, experimento la muerte y fue esposo de Isis.
Su resurrección acaecida en el mas allá, le impedirá en adelante todo contacto con la Tierra. El lleva la esperanza a los difuntos de poder participar de un destino inmortal igual que el suyo.
Hijo mayor del dios Geb (dios de la Tierra) y Nut (diosa del Cielo), Osiris era el dios de la Naturaleza, encarnación de la vegetación, que moría al madurar las cosechas para renacer al germinar los granos. Mas tarde fue adorado como dios de los muertos, llegando a ocupar el primer puesto en el panteón egipcio.
En Abydos, cuya celebre necrópolis contiene la tumba de Osiris, hay un extraordinario bajorrelieve con una escena de resurrección en la que el artista ha expresado admirablemente en la materia lo que esta escrito en el Libro de los Muertos.
La escena representa la resurrección del faraón Seti I: el rey esta extendido sobre su tumba; Isis permanece en pie a su derecha, y Horus a su izquierda, mientras el buitre Mut ha replegado sus alas y mira fijamente el rostro del rey...
Porque en la noche de Abydos, el faraón va a hacerse eterno. Se despertara, como lo hizo en otro tiempo Osiris, no bajo el espíritu-fantasma, sino en medio de una total resurrección del cuerpo, porque los dioses han reparado los miembros de Osiris, sujetado su cabeza a sus huesos, y han vuelto a colocar su corazón en el pecho.
Osiris era un rey-dios –quizá el recuerdo idealizado de un gobernante o un dios arcaico de la fertilidad- a quien se le atribuía el haber dado a Egipto su civilización.
Tenia un hermano malvado, Set, que asesino a Osiris, celoso de la devoción que sentían los súbditos egipcios hacia este ultimo.
Al final, el rey asesinado resucito gracias a la perseverancia de su esposa Isis, que recorrió la Tierra recogiendo los miembros mutilados de su cuerpo, salvo el falo, que dicen fue tragado por un pez voraz del Nilo, el oxirinco. Su hijo, Horus, vengo posteriormente la muerte venciendo a Set y arrebatándole el gobierno de la Tierra.
Según el mito, todos los faraones gobernaban en este mundo como Horus. Cuando morían se convertían en Osiris y gobernaban el mundo de ultratumba.
¿Qué representaba este dios para los egipcios? Osiris es la actividad vital universal, ya sea espacial o terrestre, y, bajo la forma visible de un dios, desciende al mundo de los muertos para prometerles la regeneración y, finalmente, la resurrección en la gloria osiriaca. Porque todo muerto es un germen de vida en las profundidades del cosmos, lo mismo que un grano de trigo lo es en el seno de la tierra.


PTAH

EL DEMIURGO



Enano de gran belleza, patrón de los artesanos adorado en Menfis, Ptah es el dios creador que ha “fabricado” todo lo que existe. Antes de el no existía el ser ni existía el no ser; mas allá de el no existía ni espacio ni firmamento. En la rueda del alfarero, Ptah hacia girar el Huevo Cósmico.
Ptah, dios protector de las artes que apareció por primera vez en la historia tras la fundación de Menfis como capital del Imperio Antiguo, ha creado todo lo que existe.
Ptah creo a los dioses y a Egipto, el país emergido de las aguas primordiales.
Gracias a el las palabras divinas fueron pronunciadas al comienzo del  mundo y los dioses conocieron la existencia, porque Ptah “es el corazón y la lengua”, los órganos de procreación según la mitología menfita.
El dios era representado como un hombre con una barba de color amarillo claro y vestido de blanco, vestiduras ajustadas, con una borla en el cuello que sostiene un collar. Tiene la cabeza descubierta y los pies ordinariamente unidos, como si estuviera momificado. Su culto ha sido declarado como el mas antiguo de Egipto. Era el divino artista “que realizaba trabajos de arte”, especialmente el metal, de modo que su sumo sacerdote tenia el titulo de “maestro de artesanos”.
Ptah tuvo en Menfis un templo que fue llamado Hat-ka-Ptah, o sea la morada del Ka (doble) del dios Ptah. Dice la leyenda que del templo de Ptah emanaba el misterio de una ciencia difícil de desentrañar, que tendía a reproducir la obra de ese demiurgo humanizado: la alquimia.
Hoy, el templo de Ptah es solo un montón de piedras que se esparcen entre los palmerales. Una esfinge de alabastro descubierta en 1912, que se supone que guardaba la entrada meridional del templo de Ptah, y un coloso derrumbado de Ramses II, encontrado en 1820, fueron testigos mudos de la coronación de Alejandro Magno y del imperio faraónico de los Ptolomeos.
Aunque le llamaban el “hermoso de cara”, se le representaba a veces como un enano deforme. La leyenda egipcia refería que Ptah se había materializado en el enano Bes.
En Egipto, los enanos eran considerados tabu, los llamados “hijos de Ptah”, y la orfebrería estaba en sus manos. Todo ello ha permitido concluir  que el pequeño dios Ptah, si no fue el mismo un enano, dio origen a una raza de enanos.


RA

DIOS DEL UNIVERSO


Le corresponde la categoría de dios solar por excelencia. El sol del mediodía es el iris de sus ojos y navega en su barca surcando los cielos e iluminando el mundo. Vino a la existencia en la colina primordial de Heliopolis y en su honor se edificaron los obeliscos.
Dios solar egipcio y principal de Heliopolis, fue ahí, declaraban sus sacerdotes, donde se manifestó por primera vez. A los visitantes se les mostraba el lugar exacto donde entro en la existencia, en la colina primigenia que se elevo del caos de Nun. La posición de la colina se conmemoro erigiendo un obelisco enorme, la piedra Benben, y, con el tiempo, esta también simbolizo los rayos dadores de vida del Sol y se convirtió en objeto de adoración por derecho propio.
Para los iniciados, el suyo era el poder del dios manifestado, la fuente y origen de la luz y la vida del mundo habitado, de los planetas y de todo el Universo. Para los profanos, era un dios creado hijo de Ptah y Neith, aunque se le rendía culto aplicándole los epítetos mas honoríficos, como si fuese el mismo Dios Supremo.
La palabra Ra probablemente significaba “creador”, y se aplico por primera vez al Sol.
Solo después se convirtió en el nombre del dios. En efecto, en la llamada Letania de Ra, se le citaba como “supremo poder, el único, el eminentemente grande, el gran señor creador de los dioses, el maestro de las ocultas esferas, la causa de la producción de los principios, el morador de las tinieblas, el señor de la luz, el revelador de las cosas ocultas, el espíritu que habla a los dioses en sus esferas”..., etc.
Dios hegemónico del imperio a partir de la V Dinastía, termino fusionándose con Amón (Amón-Ra). En su honor se construyeron los obeliscos, símbolos de su soberanía. Personificaba el orden cósmico, como revelan el mito de su muerte y renacimiento diarios, el de la renovación vegetal periódica, y la paternidad de Maat, diosa de la armonía universal. Los egipcios representaban ordinariamente a Ra con figura de un hombre con cabeza de halcón, y sobre ella el disco solar, del cual emergía un áspid. también se le representaba con cabeza humana y el disco solar encima de ella; y, con menor frecuencia, en forma de halcón, que es su emblema a causa de la velocidad de su movimiento y porque se remonta a las mas elevadas regiones del aire.


SEKHMET

DIOSA DE LA ENFERMEDAD


Diosa leona, manifestación guerrera del sol, su función es la de aniquilar con el fuego a los enemigos del creador, para lo que dispone de un ejercito de genios temibles. Los últimos cinco días de cada mes su cólera se despierta y hay que calmarla para que no rompa el equilibrio del mundo.
Sekhmet, diosa leontocefala, era adorada en Menfis y otros lugares del Delta y el Alto Egipto. Era hija de Ra, y uno de sus títulos mas corrientes era Nesert, que quiere decir “la dama de la llama”. Otro de los muchos títulos de Sekhmet es “la dama de lino rojo brillante”, que quizá se refiera al color de la tierra de su hogar natal, o tal vez a la ropa salpicada de sangre de sus enemigos. Sekhmet se caso con el dios Ptah, y como tal fue miembro de la tríada de Menfis. Su hijo era Neferten, el dios de la flor de loto. En tiempos posteriores, Sekhmet y Bastet fueron las guardianas del este y del oeste, como Nekhebet y Wadjet lo eran del sur y del norte, y de ese modo Sekhmet también fue conocida como “la dama de las montañas del Sol poniente”.
Su nombre significa la “Potente”, y se presenta sobre todo bajo la apariencia de una leona. Es particularmente temible durante los días epagomenos, pues puede entonces enviar a sus emisarios que esparcen la muerte y la enfermedad entre los humanos, mito que hace alusión en realidad a las miasmas que emanan de las aguas estancadas cuando Egipto espera la vuelta de la inundación.
En el momento en que empezaba el Año Nuevo, se entonaban letanías a todas las formas que el dios podía adoptar para cada día del año, con el fin de que fuera propicia.
Era capaz de causar la enfermedad, pero también de curarla. Por ello, era la patrona de los médicos y sus sacerdotes conocían el arte de curar. Generalmente utiliza el disco solar sobre la cabeza, rodeado por la serpiente sagrada, que sugiere el símbolo astrológico de Leo. Los textos sagrados hablan de ella como una manifestación guerrera del Sol, un ojo solar, “el feroz, emitiendo llamas contra los enemigos” de los dioses.
Con frecuencia, es comparada con la gata Bastet, que se consideraba su mas amistosa manifestación.
Después del 2000 a.C., el culto del Sol, gracias al favor oficial, se hizo tan dominante que las identificaciones con el Sol fueron intentadas con cada dios que no había recibido una clara función cósmica en los primeros tiempos. De esta manera, muchas divinidades locales fueron explicadas como diferentes manifestaciones del Sol. El hecho de que Sekhmet muestre un solo ojo, es explicado por distintos mitos que dicen como el dios-sol perdió un ojo en un combate con Set.


SET

DIOS DE LAS TINIEBLAS

Hermano de Osiris y también su asesino, agresivo y batallador, se le considera el responsable final de todos los conflictos cósmicos, por lo que es desterrado del territorio egipcio. Pero Set, relacionado con la Osa Mayor, jamás puede ser vencido, lo que hace de el una amenaza permanente para dioses y hombres.
Set era el hermano perverso de Osiris. Hijo también de Geb y de Nut, nació antes de tiempo el tercer día epagomeno, haciéndolo por uno de los costados de su madre, a la que desgarro cruelmente.
Cuando Geb abandona el mundo de los hombres, divide su reino entre los dos hermanos. Mientras Osiris recibe Egipto como patrimonio, a Set se le adjudica el desierto árido y estéril, la sequedad y las tinieblas, en oposición a la tierra fértil, al agua y a la luz. No obstante, Ramses II el grande hara escribir sobre el pilón de un templo que el, el gran faraón vencedor de tantas naciones, es “el amigo de Set”, el puerco negro que devora la Luna todos los meses porque el alma de Osiris se refugia allí.
El conflicto Horus-Set, este mito cósmico, es el eterno combate del bien  y del mal que se mantiene desde los orígenes del mundo bajo formas diversas, apagándose aquí, reavivándose allá, en un eterno dualismo. Aunque suele presentarse a Horus y a Set como rivales, numerosos textos indican que encarnan en realidad dos aspectos complementarios, aunque opuestos, del principio monárquico.
Como dios guerrero, Set era el defensor del Sol y combatía a Apofis desde la proa de la barca divina. En la época primitiva, el carácter perverso de este dios no era tan acentuado; pero luego, a medida que la leyenda de Osiris, victima suya, se extendió, fue cada vez mas detestado, llegando, con la XII Dinastía, hacia mediados del siglo X, a ser odiado. Sus estatuas fueron rotas y deshechos a golpes los bajorrelieves que le representaban, hasta que se le expulsa del panteón egipcio considerándolo el dios de los impuros. Animales como los asnos o los antílopes, eran engendros suyos y se ofrecían ritualmente en sacrificio a los dioses, como ejemplificación contra los elementos rebeldes al orden cósmico.
Set era representado como un animal fantástico, de hocico largo, delgado y curvo; las orejas, derechas y cortadas, y con una cola rígida y ahorquillada.



THOT

DIOS DE LA SABIDURÍA


Dios lunar con cabeza de ibis, es el gran calculador del Cosmos, el que divide el tiempo y construye los calendarios, el que trasmite el saber por la escritura y hace el papel de mensajero de los dioses, el Señor de la revelación, que recibió por mediumnidad los sonidos primordiales que antecedieron a los jeroglíficos.
“El que nació de Thot”, el dios de la sabiduría, del conocimiento, de las ciencias sagradas, y dios por excelencia de la revelación, recibió como médium los “sonidos primordiales” de los que, al principio, los jeroglíficos no fueron mas que los soportes.
Como dios cósmico, Thot era “el que divide el tiempo” (los egipcios veían en la estrella Polar la clave del tiempo, es decir, de los grandes ciclos). Pero Thot se relacionaba también con la Luna porque su disco reflejaba las ondas del oráculo, emitidas por el centro-dios boreal.
Asimismo, se le asociaba a la diosa Maat, símbolo del equilibrio universal, y por ende también de la justicia; y con la diosa de los escribas, Sechat, que inscribía sobre la tabla sagrada de Heliopolis el nombre del próximo faraón.
En su calidad de profeta, Thot había recibido por clariaudiencia la lengua de los dioses, y fue considerado, debido a eso, inventor de la escritura. A el se le atribuye la redacción de las siete leyes que rigen la Naturaleza, grabadas sobre una tabla de esmeralda.
Una tradición afirma que la ciencia de Thot no residía únicamente en el enunciado de estas siete leyes, sino también en la misma tabla producida por alquimia, es decir, por la concreción en una forma geométrica estricta de la energía cósmica llamada rayo verde.
Desde la mas remota antigüedad, la ciudad santa del dios estaba en Khumunu, hoy Achmunein, cerca de Mellan, al sur de Minieh. Khumunu significaba en egipcio “los ocho”, porque el ibis celeste había empollado allí el Huevo del Mundo, y después había traído a cuatro parejas de dioses que continuaron con su obra creadora.
De todo el conjunto de santuarios de Thot en Achmunein, no quedan mas que dos estatuas de babuinos levantados de cara al sol naciente, que tienen una altura de 4,5 metros y pesan cerca de 35 toneladas cada una. La creencia de que los babuinos saludan al sol naciente procede de una observación muy prosaica. Poco antes de que aparezca el Sol sobre la línea del horizonte, los pájaros y los monos muestran gran agitación; después, en cuanto ha surgido el astro, se produce un profundo silencio, como de adoración. Los egipcios estaban persuadidos de que el dios podía tomar por médium ocasional a un ibis o a un babuino, cuyos gritos y movimientos era necesario interpretar. Por esto, cuando se representa a un escriba inspirado, se le coloca un babuino sobre la nuca.



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